“Tengan los sentimientos de Cristo”
Todos como seres humanos tenemos la necesidad de vincularnos con otras personas de forma profunda. Cuando tenemos una conexión con alguien, nos da felicidad, sin embargo muchas veces nuestras relaciones carecen de esta conexión profunda, pues nos cerramos en nosotros mismos.
Olvidamos que hay más en las personas que solo lo que les gusta hacer, lo que estudian o en qué trabajan, hay mucho más dentro del corazón: sentimientos, deseos, sueños, necesidades, miedos, problemas, inquietudes. Qué importante es ir más allá de lo superficial al relacionarnos con los demás, qué importante conectar de corazón a corazón con los demás.
Además, como cristianos, hemos escuchado y leído muchas veces que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, que el amor es lo más importante y que debemos interesarnos por los demás.
El último año he estado reflexionando mucho en esto, pues me impacta que realmente en nuestro mundo y sociedad, falta amor, falta interés, falta profundidad y sentido de vida, falta conectar con los demás, pues estamos envueltos en el individualismo, egoísmo y una sociedad llena de violencia en múltiples formas.
Además de esto, he descubierto la importancia de aprender a manejar nuestros sentimientos y cómo esto impacta en nuestras relaciones interpersonales. Es así como llego a lo que les quiero compartir: cómo relacionar el amor, la necesidad de tener conexiones humanas profundas, y el manejo de nuestros sentimientos asimilándolos con los de Jesús.
En Filipenses 2, 2-5, San Pablo escribe "llenadme de gozo teniendo todos un mismo pensar, un mismo amor, una sola alma y unos mismos sentimientos. No hagáis cosa alguna por espíritu de rivalidad o de vanagloria; sed humildes y tened a los demás por superiores a vosotros, preocupándoos no sólo de vuestras cosas, sino también de las cosas de los demás. Procurad tener los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús.”
Tengamos los mismos sentimientos de Cristo, ¿qué es esto? son las actitudes cotidianas manifestadas en su comportamiento, que están centradas en el amor. Tener los sentimientos de Cristo implica un cambio, al dejar los sentimientos destructivos como envidia, celos enfermizos, soberbia, y poner en nuestro corazón sentimientos positivos como humildad, compasión, y ternura.1
Y lo sabemos, pero qué difícil es a veces. Ponemos nuestros sentimientos y necesidades por encima de todo y todos, y a veces por más que intentemos, no logramos parecernos al amor y a los sentimientos de Cristo que tanto queremos encarnar en nuestra vida. Nos dejamos llevar por los sentimientos negativos, por las dificultades, por nuestros deseos, y perdemos de vista lo que Dios nos pide, y también los sentimientos y necesidades de los que están a nuestro alrededor, desde nuestra familia y amigos cercanos, hasta los conocidos o desconocidos que nos topamos día a día.
Muchas veces me he preguntado qué puedo hacer para tener los sentimientos de compasión de Cristo, para amar como Él ama, para tener relaciones más profundas y para conectar con el corazón de los demás, y creo primero debemos empezar por nosotros mismos, en el sentido de conocer, comprender, respetar y valorar los propios sentimientos y necesidades.
Entonces, primero te quiero compartir 4 tips para asimilar nuestros sentimientos con los de Jesús:
Pedir la gracia al Espíritu Santo, pues él es el que hace todo en nosotros, renueva y sana nuestro corazón. Cultivar nuestra relación con Dios.
Leer y estudiar sobre la personalidad y vida de Jesús, conocer las reacciones y sentimientos de Jesús nos da ejemplo para saber cómo manejarlos nosotros.
Identificar los sentimientos que batallo en expresar o no lo hago adecuadamente y reflexionar en mis necesidades detrás del sentimiento, valorarlas y entenderlas, así como las reacciones o acciones que se tienen que cambiar para parecerse más a las de Jesús.
Tener un guía espiritual que nos acompañe en nuestro proceso de crecimiento, y si es necesario, también ayuda psicológica.
Aprender a manejar y expresar sentimientos y actitudes tiene que tener un impacto en nuestra conducta, por lo que no basta lo anterior, sino también un esfuerzo de la voluntad para reorientar nuestros sentimientos y necesidades al amor, porque como sabemos el amor no es sólo sentimiento, sino decisión y acción.
No sé si les ha pasado, pero yo tengo el propósito de salir más de mi comodidad, de interesarme por los demás y conectar con ellos, tener más iniciativa por servir y por demostrar el amor de Dios con mis acciones y no dejarme llevar por los sentimientos negativos, y claro que a veces por gracia de Dios, puedo hacerlo, pero muchas otras a la hora en que se me presenta la situación perfecta para hacerlo, me gana la flojera, la tentación, la indiferencia o mi egoísmo y hago caso omiso a la voz del Espíritu Santo que me quiere llevar más allá.
Una de las formas más importantes de amar a nuestro prójimo es con la empatía, la compasión. El mundo necesita más de nuestra compasión expresada en acciones y actitudes, para combatir la división, la violencia y la indiferencia.
Empatía es comprender respetuosamente lo que el otro está sintiendo y experimentando. El filósofo chino Chuang-Tzu afirmó que la verdadera empatía requiere escuchar con todo el ser, no solo con los oídos o el entendimiento.
¿Cómo puedo tener y demostrar la verdadera empatía, desde el corazón, como Jesús? “Alégrense con los que están alegres, lloren con los que lloran”. Rom 12, 15
El método de comunicación no violenta (compasiva) de Marshall Rosenberg, es una herramienta práctica muy útil para empezar a ser más empáticos con los demás en los problemas o situaciones que tenemos día a día con los demás. Si quieres aprender a manejar mejor tus relaciones y tu comunicación con los demás te recomiendo buscar su libro. Brevemente te compartiré los pasos para tener más empatía en tu conversación con quien sea:
Observar sin juzgar: escuchar la situación tal cual, sin suponer, sin agregar nuestra percepción o evaluación, sin interrumpir.
Identificar el sentimiento: tratar de entender el sentimiento del otro manifestado en lo que dice.
Necesidad: identificar qué necesidad demuestra ese sentimiento, es decir, comprender el porqué del sentimiento ¿qué necesita?
Petición: parafrasear lo que escuchaste, no dar un consejo. Empatía es comprender al otro y lo que siente, aunque no estés de acuerdo. Puedes decir: “Veo que esta situación te hace sentir ____, porque necesitas ____, ¿es así?”
La empatía nos permite conectar con el otro en forma más profunda, mejorar nuestras relaciones, apoyar a alguien que nos necesite y transmitir el amor de Dios con nuestras palabras, acciones y actitudes.
Cristo es el amor en sí mismo, conecta con nuestras necesidades, esto podemos principalmente verlo en su vida terrenal, pues él mismo experimentó y manejó todos los sentimientos humanos como nosotros, él nos comprende, y lo demuestra en el amor manifestado en sus sentimientos y actitudes de compasión a cada una de las personas que se acercaban a él para aprender, para pedirle, para ser curados.
Pidamos a María nos ayude a tener estos sentimientos de Jesús, para cambiar los nuestros a que se parezcan a los de él, para conocer más profundamente a los demás, comprender sus sentimientos y necesidades, y así conectarnos de corazón a corazón, y con todo esto crecer en el amor, con la gracia de Dios.
1 "Tengan los sentimientos de Cristo" Proteger y curar las emociones. Fray Benjamin Monroy Ballesteros, OFM (2016)