Corpus Christi
El
día de ayer celebramos la fiesta de Corpus Christi, una fiesta que debemos amar
y verdaderamente admirar por el gran transfondo que tiene. Esta fiesta tiene
como finalidad celebrar la Eucaristía, ya que recordamos el regalo que Jesús
nos hizo de convertir el pan y vino en su cuerpo y su sangre.
Todos
los católicos sabemos y creemos firmemente que Jesús se encuentra
verdaderamente presente en la Eucaristía, es decir, en ese pequeño pedazo de
pan, pero la pregunta que debemos hacernos es: ¿Verdaderamente vivimos
aprovechando al máximo esa realidad?
Para
esto te contaré dos historias:
1.
Hasta ahora he tenido la bendición de poder haber asistido a dos Jornadas
Mundiales de la Juventud en Cracovia y en Panamá, para los que no conocen que
es ese evento basta con explicarles que es un encuentro que hace la Iglesia
entre el Papa y los jóvenes del mundo, para que los jóvenes puedan conocer el
mensaje que les tiene el Papa y puedan al mismo tiempo vivir un evento masivo
como Iglesia.
En
cada una de las jornadas he quedado impresionado de la cantidad de jóvenes que
asistimos, a Cracovia fuimos entre 2.5 y 3 millones de jóvenes de todo el mundo,
mientras que a Panamá fuimos 800,000 jóvenes, y en cada una de ellas era
impresionante notar la alegría y amor con el que cada uno de ellos iba al
evento.
Fueron
eventos de fiesta, formación, reflexión y encuentros con el Papa increíbles,
cada ve que aparecía el Papa todo mundo se volvía loco, había gente llorando,
riendo, cantando, entre muchas otras emociones que hacían que todos tuvieran
una inmensa alegría, personalmente la primera vez que escuche al Papa hablar en
Cracovia comencé a llorar de la alegría de estar en ese lugar escuchando y
compartiendo momentos muy especiales con muchas personas que pensaban igual que
yo. Después de la fiesta, la alegría y tantas emociones corriendo por mi
cuerpo, un sacerdote legionario muy amigo mío y yo llegamos a la siguiente
pregunta: ¿Todos los que asistimos al evento nos emocionamos de la misma forma
al ver la Eucaristía?
Yo
sé que puede sonar rara esa pregunta, y que existen muchos contextos para
justificar cualquier respuesta que sea a dicha pregunta, pero sin demeritar la
emoción que debemos tener al ver al Sucesor de Pedro, cada jueves en Hora
Santa, o incluso todos los días en cualquier parroquia se puede ver a Jesús, a
Dios, y verdaderamente no tenemos la misma emoción que sucede cuando vemos al
Papa, pero es algo que podemos empezar a cambias y me di cuenta de ello en la
segunda historia...
2.
Acabo de regresar de misiones de verano con la Prepa UDEM, me tocó ser maestro
de una frate por mi trabajo en la escuela, prácticamente mi rol era asesorar a
los coordinadores de la frate y asistir como el "adulto
responsable"del grupo. Fue una misión sobretodo de oración para mi, ya que
debía darle su lugar a cada uno de los chicos en la catequesis, las actividades
y en la toma de decisiones.
En
el último día de la catequesis el plan era hablar del Sacramento de la
Eucaristía, por lo que los chavos iban a explicar en que consiste el Sacramento
y después tener un momento de oración frente al Santísimo en una especie de
Hora Santa con las personas del pueblo.
Todo
salió de la mejor manera, la plática y el momento de oración, pero en la Hora
Santa pude notar que había una señora llorando durante el tiempo que estuvo
expuesto el Santísimo, espere a que todos se retirarán y al final me acerqué a
hablar con ella, me comentó que llevaba mucho tiempo sin poder comulgar porque
no se había podido confesar por la falta de sacerdotes en dicho pueblo y que le
dolía mucho no poder recibirlo. Dos días después tuvimos la bendición de tener
una misa con un sacerdote en el pueblo, la señora se pudo confesar y pasó con
una sonrisa muy grande a comulgar, la señora no paraba de agradecernos por
venir a la misión y haber traído al sacerdote a confesarla.
Al
final cuando se me preguntó en que momento de la misión vi a Jesús sin dudarlo dije
que en la Eucaristía.
Todo
esto me sirvió para darme cuenta de lo increíblemente afortunados que somos de
contar con parroquias cercanas a nuestras casas, de tener la oportunidad de
asistir a misa sin problema y de comulgar cada vez que queramos. Si
verdaderamente sabemos que Dios está en ese pedazo de pan: ¿Por qué muchas
veces el Santísimo está solo?
El
Papa Francisco nos dice: "La Fiesta de Corpus Christi es una invitación
para dar un lugar CENTRAL a la Eucaristía en nuestra vida, nos hace vivir de
Cristo y nos hace la Iglesia". El Papa nos invita a que le demos el valor
que le corresponde a este Sacramento, que nos emociones y nos volvamos locos
por verlo cada vez que tengamos la oportunidad, y ansiemos en cada momento
recibirlo en nuestro corazón.
No
soy nadie para señalar personas, porque yo mismo muchas veces no le doy ese
valor a la Eucaristía, pero es algo que quiero hacer durante cada día de mi
vida a partir de este momento, y quiero que tu también quieras ver de esta
forma a ese pequeño pedazo de pan, que es nuestro Dios y Salvador.
El
milagro de la Eucaristía es algo único e inigualable, por lo que debemos
atesorar en el fondo de nuestro corazón y valorar en cada instante posible,
para que cada vez que veamos esa pequeña hostia, compartamos esa misma
emoción de los jóvenes de la JMJ y la alegría de las señoras de los pueblo de
misiones.
¡Feliz
fiesta de Corpus Christi a todos nosotros!
"La
Eucaristía y la Virgen son las dos columnas que han de sostener nuestras
vidas"